Y que paso con las ciclovías

Este sábado 6 se inicia la II Feria del Ciclista en el Parque Kennedy de Miraflores

Lo malo de esas convocatorias es que poco conseguimos los verdaderos ciclistas, los únicos que se benefician son las tiendas comerciales que tratan de vender de todo.

Los ciclistas estamos cansados de escuchar a personas “de buena voluntad” que tal vez nunca la utilizaron para fines esenciales y que por su estructura física se ve que tampoco lo harán en un futuro, y dan recomendaciones para utilizarla: que consumiría menos energía que un automóvil en el que normalmente igual va una sola persona, porque su uso reduce y elimina la contaminación y ruido, no existe contaminación ambiental, reduce el riesgo de enfermedades coronarias, su costo de inversión está al alcance de las mayorías, que la demanda por estacionamiento es mínima, que permite la recreación y favorece el turismo, ¡Y!

Pasan los años, y nadie se propone en construir ciclovías, funcionarios públicos y privados se agotan hablando que existen más de un millón de bicicletas en la ciudad de Lima, y que estas actividades promueven el uso de la bicicleta como alternativa a la congestión, pero ¡que! de las ciclovías, desde que colocaron decenas de semáforos en la Av. Arequipa y la Petit Thouars es imposible manejar con continuidad, debido a que los vehículos interrumpen el paso en cualquier momento, nadie sabe si nos corresponde manejar por la derecha o si al centro del carril, si lo hacemos a la derecha nos cierran los vehículos públicos y todo aquel que quiera girar, y si es al centro, como corresponde, cualquier otro vehículo nos destroza los oídos con su claxon o nos menta la madre …

Los que empleamos nuestros vehículos para ir a laborar, estudiar, de compras o para trasladarnos de un lugar a otro, mientras debamos detenernos en cada esquina, ante los peatones, o cualquier otro vehículo mayor, nos será imposible cumplir los deseos de los burócratas.

Yo recuerdo que en los setenta me trasladaba a laborar desde Barranco al Centro de Lima, en mi bicicleta aro 20, en 45 minutos; y luego, por la tarde, desde Barranco hasta la Univ. Ricardo Palma en el Ovalo de Miraflores, mis compañeros del BCR y de la URP recuerdan que luego de más de tres años de ciclista la cambie por mi honda 70, y les aseguro que pedalear en esa época tampoco era fácil, sin embargo, habían menos vehículos y los choferes sabían respetar al ciclista.

Hace años que sugiero la construcción de ciclovías en las principales avenidas como Grau, San Martín, El Sol, Piérola, Jorge Chávez, Pardo, Benavides, Larco, Roca y Bologna (en vez de las tontas luminarias), Angamos, por citar algunas calles Barranquinas y Miraflorinas, es tan simple, ubicar un par de metros a la izquierda, anular algunas intersecciones, un poco de pintura y unos cuantos letreros para identificarlos y mucha voluntad … que no existe.

Osea, a divertirse el fin de semana mirando nuevos modelos de bicicletas, cascos, polos y guantes, y luego el olvido.