Los entendidos en esta clase de plagas, informan que dichos nidos no se forman de la noche a la mañana, esos animales, buscan pacientemente un lugar donde saben que no los desalojaran y que pueden pasar inadvertidos.
En las fotografías se observa la profundidad del nido, un palo que estaba en la zona, de aproximadamente 90 centímetros, ingresó a la "puerta falsa" de dicho nido casi a la mitad.
A simple vista, no se nota el hueco.
Por respeto evito colocar las fotografías que también capté, donde se observan a los roedores paseándose por la zona.